El debate

Ahí estaba la vieja, bañándose en una bañera llena de espuma, cuando sonó el teléfono. La tele estaba encendida. Solo la tele del cuarto de baño, pues tenía teles en todas las habitaciones para sentirse acompañada. La vieja había aprendido a programar desde su reloj Casio, y controlaba todo con un botón.

El teléfono volvió a sonar. El teléfono seguía sonando. La vieja encendió la tele y se acurrucó en la espuma.

Burrocasto:

- También los huevos. ¿Acaso mataste a una vieja gallina?, no tenía suelto y encima la leche me costó un huevo.

Chinchilla:

(Sacándose las chuletas de debajo de la mesa)

- me acojono, ¡chivato! Dime que coño digo ahora

Burrocasto

(Levantando la cejas) (Mira para un lado confuso)

- toma ahí y te jodes

(Saca una pizarra con muchos números)

Chinchilla

(Reojo, saca la lengua, se humedece los labios)

- un médico, solo uno…saludadme, saludable, salud institucional.

Burrocasto

(Se pone rojo, se humedece los labios, saca la lengua)

- señor y mire usted, y mire usted, don señor, toma esto, yo solo quería hablar de precios

(saca una pizarra con muchas rayas y puntos).

Suena el teléfono, la vieja se mete debajo del agua. Suena el teléfono. La vieja sale del agua. Suena el teléfono. La vieja se levanta, llena de espuma deja su estela por todo el cuarto de baño, pellejosa, endeble, desnuda, camina por el pasillo. La tele del cuarto de baño está encendida. Enciende la luz, coge el telefono, desnuda, descalza.

Vieja:

- ¿Quien coño es?

(La espuma le resbala por la espalda)

- aquí acompañá por Rajoy y Zapatero